La gamificación es el uso de técnicas de
juego en entornos no lúdicos.
Partiendo de sus fundamentos, las
distintas teorías relacionadas con la gamificación provienen de la
neurociencia, las teorías de aprendizaje y la psicología y confluyen en los
siguientes puntos:
• Encuentro social: el formar parte de una
comunidad desde su factor social y cultural.
• La motivación última de reconocimiento
por el esfuerzo realizado.
• Como motor de aprendizaje: el resorte o
palanca que inicia la actividad.
• La simulación: Una experiencia real en
un entorno seguro.
• Y el progreso: la consciencia de
recorrer un camino con éxito.
Gamificación y juego no son lo mismo. El
juego es una actividad libre y voluntaria sin pretensiones específicas, más que
el placer de jugar. Se pueden utilizar juegos con fines didácticos, son los
llamados «serious games» o el aprendizaje basado en juegos.
El juego establece unas reglas concretas
dentro de las cuales se gana o se pierde.
Por su parte, la gamificación selecciona
aquellas mecánicas y dinámicas del juego que se pueden aprovechar para
desarrollar unas destrezas, entrenar en determinadas tareas o reforzar o
cambiar comportamientos.
La gamificación consiste en introducir
esas mecánicas en entornos que no son lúdicos, es decir, fuera de los juegos ya
creados para ello.
La gamificación es un proceso activo donde
nunca se pierde, porque realmente está orientada a la práctica y mejora de un
contenido o competencia.
También tiene reglas, como mecánica del
juego, orientadas hacia el progreso.
En definitiva, desarrolla experiencias con
elementos de juego para progresar hacia un objetivo.
Grupo: Ignacio Mignogna, Valentina Natoli, Pablo Pelissier, Athina Bruzzone y Juan Pablo Malerba
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